¡Hola, coprófagos! Antes que nada y como pequeño Off-topic, no he escrito ninguna reseña propia porque en vacaciones apenas leo (de ahí que Libros de Mierda se haya alimentado de reseñas ajenas), pero me gustaría apuntarme algún libro de terror para publicar la reseña en Halloween. ¿Se os ocurre alguno? Que sea una mierda, claro, para algo decente ya iríais a otro lugar.
Para variar, la reseña de hoy tampoco es mía: la invitada en cuestión es Miyu, que nos sorprende con una reseña del libro de Zombies de turno, R y Julie, que prometí leer hace un tiempo... Pero que ya no me apetece tanto. Sin más dilación, aquí os dejo su reseña.
RESEÑA: R Y JULIE (MIYU)
Para empezar diré que no tenía
previsto leerme ésto, pero un amigo me lo prestó muy
efusivamente (y me sabe mal que ésta sea mi primera
colaboración en Libros de Mierda, pero ésto es así
xD).
He leído en blogs muchas reseñas
(todas buenas, e incluso muy buenas), y no entiendo el por
qué. Para empezar os pongo en antecedentes: La historia nos
presenta a R, un zombie que no recuerda su nombre, solamente sabe que
empezaba por R (y es de los pocos, porque la mayoría ni
siquiera recuerdan ni una letra), que al principio del libro se casa
con otra zombie y les atribuyen a un niño zombie y una niña
zombie (enternecedor). Hasta ahí puede resultar tierno dentro
de lo cómico. Si R y Julie fuese un libro cómico me
hubiese gustado, pero lo peor es que su autor trate de colarnos una
trama que pretende ser seria, poética y a veces, rozando lo
pedante. R se hace preguntas sobre la existencia de la vida: ¿Por
qué soy un zombie y pienso? ¿Por qué no me
acuerdo de mi nombre? ¿Por qué van a hacer una película
sobre ésta puta mierda? (yo también me lo pregunto, por
cierto). El caso, es que los zombies pueden “revivir” los
recuerdos de las personas mordiendo sus cerebros, y es así
como R se enamora de Julie, porque se va comiendo el cerebro del que
fue su novio. ¿Qué? ¿Cómo os quedáis?
Lo sé: Pa mear y no echar gota, y es que ésto sería
de lo más divertido -y repito- si estuviese bajo un sentido
cómico, pero es que el libro pretende ir de serio y tú
vas pensando: ¿Por qué me haces ésto Isaac
Marion? Es que en serio, no hay por donde agarrarlo, porque además,
si todas éstas reflexiones de la humanidad se las hiciese otra
clase de criatura quizás el libro podría estar bien,
pero conforme lees, vas pensando: Pero si los zombies solamente comen
gente, ¿zombies pensando? ¿Zombies reflexionando sobre
la vida?... Y la seriedad de éste libro desde que lo empiezas,
se va por la taza del váter, es que no te lo crees. No te
crees el libro, no te crees a sus personajes y al final no te
crees nada.
Y lo mejor, es que el autor pensó:
Voy a hacer una historia de amor cursi (de verdad, aparte de ser un
libro tan pretencioso con su filosofía barata, encima, tiene
una historia de amor cursi y un tanto patética (que por
cierto, tampoco te la crees)), pero espera... Humana... ¿Con
qué? Vampiros está muy visto, hombres lobo también...
Hombres molusco, hombres babosa... No, las adolescentes no querrán
leer eso... ¡Ya lo tengo! Un zombie, que ahora ésto se
está empezando a poner de moda (mucho daño hizo Orgullo
y Prejuicio y zombies...), y de paso, hago que el zombie se haga
preguntas pseudo-existencialistas y voy a partir la pana. Pero en
serio, ¿la gente se ha creído ésta historia? ¿Se
ha creído a algún personaje? Es que de verdad, había
situaciones que yo me partía de risa, pero luego ves que en
realidad “van en serio” así que te descoloca un poco... Y
es que lo mejor es leer en otras reseñas cosas como Éste
libro me ha cambiado la vida.
Real como la vida misma dicha afirmación. Igual yo es que soy
demasiado mundana, muy terrenal, quizás es que no he entendido
ésto, porque yo sigo igual, perdón, peor, porque
desaproveché una tarde de mi existencia con éste libro.
Unas horas que jamás volverán.
Para mí, la puntuación para R y Julie es: EL GRITO: La lamentación de la existencia, el absurdo de la vida, el grito último de desesperación ante la mierda de libro que estás leyendo.
Lo sé, podría englobarse
en pastel de mierda, pero para mí no, porque siempre sospeché
que no iba a gustarme y que efectivamente, era una mierda.
